Un ataque de pánico es una crisis que sucede a
determinadas personas en algunas situaciones y que puede durar poco o mucho tiempo, lo
cual está condicionado por la intensidad de este.
Para que esto se produzca, tienen que darse una serie de condiciones en las que,
dependiendo del individuo del que se trate puede darse dicho ataque o puede no llegarse a
este, ya que cada uno tiene una forma de reaccionar ante una situación, por ello, lo
normal es que mientras alguien se encuentra aterrorizado por lo que le está ocurriendo,
quienes están con él no están tan nerviosos y logran controlarse mejor.
En el caso de los aracnofóbicos, fruto de esta fobia, el ataque de pánico se produce
al encontrarse con una araña en un espacio en el que estos sienten que no pueden escapar
y que están en peligro, aunque en realidad el peligro sea muy poco probable.
Para ellos, no es lo normal en sus vidas ver uno de estos animales o encontrarse en
esas circunstancias con un arácnido, y es esta extrañeza lo que acaba provocando un
ataque de este tipo, lo cual será raro para quienes se encuentren con el afectado, si es
que hay otros seres humanos con él.
Los síntomas más frecuentes cuando hay presencia de un ataque de pánico son la
respiración acelerada, con una sensación de ahogo o atragantamiento; no poder evitar
llorar ni parar de hacerlo; un dolor en el pecho o en la zona abdominal; sudoraciones;
temblores o escalofríos; sensación de sequedad en el paladar y en la boca; mareos o
desmayos y una dificultad para hablar o para comunicarse con quienes están en el mismo
espacio.
Además, la persona, generalmente, padece una sensación de irrealidad, es decir, de
que lo que está viviendo está fuera de su realidad común en su vida cotidiana e incluso
fuera de sí mismo, pues no lo identifica para nada con él mismo.
Por esta razón, durante el ataque de pánico o antes de que este se produzca, el
individuo desea escapar del lugar donde está, aunque siente que no puede conseguirlo.
El ataque de pánico es una de las razones por las que es fácil diferenciar a los
seres humanos que solamente sienten asco o repulsa hacia las arañas de los que padecen
aracnofobia, pues es solo en estos últimos en los que puede llegar a producirse un ataque
de pánico en una situación en la que estén cercanos a una araña.
Para evitar que sucedan estas crisis, es necesario que el aracnofóbico realice con
frecuencia ejercicios de relajación para, de esta manera, intentar controlar el ataque si
es que este llega en alguna circunstancia concreta o aprender a mantener la calma.
Además, quienes sufren el ataque suelen querer que esté cerca de ellos un amigo o una
persona de mucha confianza para ayudarlos a superarlo, lo cual no supone un gran problema,
aunque siempre es mejor que el afectado solucione sus problemas solo, ya que, así, tiene
más opciones de salir adelante y enfrentar sus miedos para superarlos. |
